Diseño de interiores
es el arte y la ciencia de entender el comportamiento de las personas para crear espacios funcionales dentro de un edificio, mientras que la decoración de interiores es el amueblamiento o adorno de un espacio con elementos decorativos para lograr una cierta estética. En resumen, los diseñadores de interiores pueden decorar, pero los decoradores no diseñan.
El proceso de diseño de interiores sigue una metodología sistemática y coordinada, que incluye la investigación, el análisis y la integración del conocimiento en el proceso creativo, para satisfacer las necesidades y recursos del cliente. Ya sea que trabajen en un espacio corporativo o residencial, los diseñadores de interiores tienen el desafío de aplicar soluciones creativas y técnicas dentro de una estructura que sea funcional, atractiva y beneficiosa para la calidad de vida y la cultura de los ocupantes.
Al implementar soluciones bien pensadas, los diseñadores de interiores pueden crear espacios que mejoren en gran medida las experiencias de las personas que los habitan.
